Este
último capítulo tiene su particularidad, pues aquí se presenta "La
Armadura De Dios" la cual Dios da a su pueblo, pero también vemos el
mandamiento de obedecer a los padres, pues es algo justo para Dios, y que nos
manda a hacer, y nos recuerda también que es el primer mandamiento con promesa,
cuya recompensa es que nos vaya bien y tengamos larga vida. También a los padres,
se nos manda a no provocar a ira a nuestros hijos, sino a criarlos con
disciplina y amonestación de forma agradable a Dios (1-4).
En los tiempos que el apóstol
Pablo escribió esta carta, había siervos y amos, de los cuales algunos eran
cristianos, y en este capítulo se les dirigen algunos mandamientos como ser:
que los siervos sirvan a sus amos con temor y temblor, de buena voluntad, de corazón
como sirviendo a Cristo, y agregando que el bien que cada uno de todos nosotros
hiciéremos, eso mismo recibiremos de Cristo. Con respecto a los amos, se les
dice en otras palabras, que traten a sus siervos de forma agradable a Dios,
dejando las amenazas, y que tantos siervos y amos tienen un mismo Señor que es
Cristo, el cual no hace diferencia de personas (5-9).
En este capítulo se
nos habla de una lucha, pero no en el mundo material, sino en el mundo
espiritual, por lo cual debemos fortalecernos en Cristo, y en el poder de su
fuerza (10-12), también debemos vestirnos con la armadura de Dios, para poder
estar firmes frente a los ataques del Diablo (11), para poder resistir en el
día malo, y habiendo acabado todo seguir firmes (13), por lo cual debemos
vestirnos con la armadura de Dios para estar firmes, y simbólicamente dice lo
siguiente:
- Nuestros lomos
debemos ceñirlos con "La Verdad"
- Debemos vestirnos
con la coraza de "Justicia"
- Calzarnos los pies
con "El Evangelio De La Paz"
- Sobre todo tomar
"el Escudo de la Fe", con el cual podemos apagar los dardos de fuego
del maligno.
- Tomar el yelmo (casco) de la
salvación
- Y tomar la espada
del Espíritu, la cual es "La Palabra De Dios"
También debemos orar debidamente,
con suplicas y en el espíritu, cuidando y atendiendo la oración en nuestras
vidas, y también pidiendo en nuestras oraciones por el pueblo de Dios (18).
Gracias por visitar el
Blog, Dios te bendiga.
En nombre de Jesucristo, amén.
Base
Bíblica:
Efesios,
Capitulo 6