Dios promete poner su Ley (su Palabra)
en la mente de todos aquellos que
elijan formar parte de su pueblo (Jeremías 31:33), y todos los que hemos
decidido formar parte del pueblo de Dios, debemos también anhelar y buscar tener en nuestra mente La Palabra De Dios. Es un mandato Bíblico renovar
nuestra mente (Romanos 12:2; Efesios
4:22-24), cuando nos entregamos a Jesucristo, debemos quitar nuestra vieja
mentalidad y reemplazarla por la mentalidad de Cristo.
La Biblia claramente dice que los Cristianos
tenemos la mente de Cristo (1 Corintios
2:16), y Cristo es La Palabra De Dios (Juan
1:14), es por eso que debemos llenar nuestra mente de La Palabra Divina.
La Biblia dice que somos lo
que pensamos (Proverbios 23:7), y si
vamos adquiriendo el conocimiento de Dios, de su palabra, iremos adquiriendo la
mente de Cristo, e iremos pensando las cosas de Cristo, y entonces así seremos Cristianos;
esta es la causa por la que todo aquel que viene a Jesús, es hecho una nueva
criatura, pues su mente es renovada por medio de la Palabra y el Espíritu de
Dios, sus pensamientos ahora se fundamentan en Dios, por lo tanto cambia su forma de
ser y de vivir (Efesios 2:3; 2 Corintios 5:17)
La Biblia describe en cierto modo
como son los que tienen la mente de Cristo y los que no. Los que no tienen la mente de Cristo, piensan y se ocupan de las cosas carnales
y mundanas, cuyo fruto es muerte espiritual; mientras que aquellos que poseen
la mente de Cristo, piensan y se ocupan de las cosas Espirituales (Juan 6:63 dice que las palabras de Jesús
son Espíritu y Vida) y el fruto de ello es vida y paz (Romanos 8:5-6); Dios dice que si pensamos en Él con perseverancia,
nos guardara en completa paz (Isaías
26:3).
En Filipenses 4:8 Dios dice claramente en lo que debemos pensar, y
a continuación podemos verlo:
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Todo lo
que es verdadero,
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Todo lo
honesto,
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Todo lo
justo,
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Todo lo
puro,
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Todo lo
amable,
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Todo lo
que es de buen nombre;
-
Si hay
virtud alguna,
-
Si algo
digno de alabanza,
En esto Pensad.
Gracias por visitar la página, espero que te haya
sido útil, y que Dios te bendiga, en nombre de Jesucristo, amén.
Base
Bíblica