El señor Jesucristo dijo que los malos pensamientos
se originan en nuestro interior y contaminan al hombre (Mateo 15:18-20), y obvio que no es la voluntad de Dios que tengamos
pensamientos malos, pues si tenemos
malos pensamientos seremos malas personas, porque la Biblia dice que
somos lo que pensamos (Proverbios 23:7).
Por la Biblia entendemos que nuestra mente no está
acorde con la mente de Dios (Isaías 55:8),
por lo tanto debemos modificar nuestra mente, mediante La Palabra de Dios, ahí están
los pensamientos de Dios, que debemos hacerlos nuestros.
Si hemos elegido seguir
a Cristo, tenemos el mandato de tener Buenos Pensamientos (Filipenses 4:8), nosotros podemos elegir en que pensar, podemos y
debemos echar fuera los pensamientos malos, Dios puso a nuestra disposición las
armas espirituales para vencer el mal en nuestras vidas (2 Corintios 10:4-5) como por ejemplo “los malos pensamientos”.
ORDENAR
NUESTROS PENSAMIENTOS
La Biblia dice que los pensamientos se ordenan con
el consejo, y se refiere a los consejos que Dios nos da por medio de su Palabra,
si queremos una mente ordenada sigamos los consejos de Dios (Proverbios 20:18).
RAZONAMIENTO
El razonamiento es una de las funciones mentales,
la cual podemos usarla mal conscientemente o inconscientemente, y la Biblia nos aconseja al respecto diciéndonos que no seamos sabios en nuestra propia opinión, ni tampoco nos apoyemos en nuestra propia prudencia, sino que confiemos en Jehová de todo corazón,
y que en él nos apoyemos(Proverbios 3:5-7), y que hagamos caso a sus razones y que haciéndolo
no seremos condenados (Proverbios 4:4)
LA MENTE
CARNAL
Debemos quitar nuestra Mente Carnal, pues sus propósitos
son enemistad contra Dios (Romanos 8:7),
la Mente Carnal se encuentra viciada a causa de sus deseos engañosos, por eso
debemos renovar el espíritu de nuestra mente por medio de La Palabra De Dios (Efesios 4:22-23).
Gracias por visitar la página, y que Dios te
bendiga en nombre de Jesús, amén.
Base
Bíblica
Mateo 15:18-20 Pero lo que sale de la boca, del
corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los
malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los
hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al
hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.