24/5/19

Andar En Luz

En los primeros versos del capítulo 5 de Efesios, se nos manda a imitar a Dios y andar en amor, a no hablar siquiera de fornicación, avaricia o toda clase de inmundicia, pues son cosas vergonzosas, y menos aún participar de esos hechos, hechos que son infructuosos del hombre pecador y por los cuales viene la ira de Dios y obviamente quienes practican tales actos no tendrán parte en el reino de Dios como lo dice (obvio que si uno se arrepiente y se vuelve a Dios si), estos hechos son producto del hombre pecador que hemos dejado en el pasado, si en verdad nos hemos convertido a Cristo, pues como dice. "...en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor...", por eso se nos manda a andar en luz, de forma agradable a Dios y reprender estos hechos que están mal.

Pablo enseña que debemos andar cuidadosamente, no neciamente sino con sabiduría, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos; también debemos conocer cuál es la voluntad de Dios, y buscar ser llenos del Espíritu Santo, hablando y cantando temas espirituales, y alabando también al señor de corazón; no olvidarnos de siempre dar gracias a Dios por todo, y atendiendo a los hermanos en Cristo como es digno, y andando en temor de Dios.

  Los últimos versos de este capítulo trata, sobre la relación en el matrimonio y la relación entre Cristo y su iglesia, a seguir vemos algunos puntos mencionados:

· Las casadas deben estar sujetas a sus propios maridos, como a Cristo, porque el marido es cabeza de la mujer.
· La mujer respete a su marido.
· Cada uno de vosotros ame a su mujer como a sí mismo. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama, nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, pues somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos

· Cristo es cabeza de la iglesia, la iglesia es su cuerpo, y él es su salvador.
· La iglesia está sujeta a Cristo
· Cristo ama a su iglesia, la sustenta y la cuida

Estos últimos versos cuentan del amor de Cristo por su iglesia y lo que hizo por ella, pues dice lo siguiente: “Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Gracias por visitar el blog, Dios te bendiga.



En nombre de Jesucristo amén.

Base Bíblica: Efesios, Capitulo 5