La soberanía de Dios representa la
capacidad de poner en práctica su voluntad, el Altísimo tiene poder ilimitado
para hacer lo que haya resuelto, al ser absolutamente independiente, Dios hace
lo que le place, nadie puede disuadirlo, nadie
puede obstaculizarlo, y en su Palabra Dios nos dice:
“…Mi consejo
permanecerá, y haré todo lo que quiero” (Isaías 46:9-10).
Nabucodonosor, el Rey de Babilonia,
edificó obras arquitectónicas que fueron clasificadas entre las Siete
Maravillas del Mundo, y alabó la soberanía del Altísimo y dijo:
“…él hace
según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra. Y
no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?” (Daniel 4:35).
Dios es Aquel que se sienta en el Trono
del universo, dirigiendo todas las cosas, y su palabra dice:
"…hace
todas las cosas según el designio de su voluntad" (Efesios 1:11).
Job en medio de la aflicción que Dios
permitió en su vida, reconoció la grandeza de Dios.
"Yo
conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti"
(Job 42:2).
Algunos Parámetros En La Soberanía de
Dios
En su soberanía y poder total, Dios ha
puesto normas las cuales el mismo no puede incumplir, como algunas que veremos
a continuación:
· No puede hacer nada que vaya en contra
de su carácter. Debido a que Dios es inmutable,
sus palabras deben reflejar su rectitud (Números
23:19), Dios no puede mentir (Hebreos
6:18), por eso él cumple todas las promesas que hace.
· No puede ser tentado por el mal. No existe
ningún elemento en su naturaleza que pueda ser tentado por el mal (Santiago 1:13). Aunque Dios a
menudo nos prueba, Él no tienta a nadie, de hecho, Dios utiliza Su poder
ilimitado para permitirnos resistir y escapar del mal (1° Corintios 10:13).
· No puede negarse a Sí mismo ni
contradecirse. Dios permanece fiel a las
promesas de Sus pactos (Malaquías 3:6);
y al igual que Dios, Su Palabra es inmutable (1° Samuel 15:29).
· No puede perdonar el pecado mientras no
haya sido pagado. Debido a que Dios es justo, no
puede simplemente "hacer borrón y cuenta nueva" (Romanos 6:23), por eso Cristo pago con su muerte en la cruz por
nuestros pecados.
· No puede forzar a nadie a recibir a Jesucristo. El
recibir a Jesucristo es un acto de libre albedrío del hombre (Juan 1:11–13), y cuando un individuo
escoge responder con fe, recibiendo a Jesús en su vida, se convierte en una
nueva criatura, en un Hijo De Dios.
Vemos que la soberanía de Dios es
infinita, pero también estamos observando que hay ciertas reglas divinas que condicionan
su poder, pero no solo estas normas lo condicionan, sino también sus atributos
y características tales como su veracidad, bondad, fidelidad, justicia,
amor, etcétera; estas cualidades de Dios definen cada una de sus acciones.
Por la soberanía de Dios tenemos libre
albedrío y somos capaces de elegir y tomar decisiones que moldeen nuestras
vidas, Dios no hace acepción de personas (Hechos
10:34-35), Dios nos acepta, recibiéndonos en una relación justa, mediante la fe
en Jesucristo.
Gracias por visitar el blog; que Dios
te bendiga, en nombre de Jesucristo, amén.
Base
Bíblica
Números
23:19 Dios no es hombre, para que mienta…
Hebreos
6:18 …es imposible que Dios mienta…
Santiago
1:13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado
de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a
nadie;
1
Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación
que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo
que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la
salida, para que podáis soportar.
Malaquías
3:6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de
Jacob, no habéis sido consumidos.
1
Samuel 15:29 Además, el que es la Gloria de Israel
no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta.
Romanos
6:23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva
de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Juan
1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen
en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Hechos 10:34 Entonces
Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de
personas, 35 sino que en toda nación
se agrada del que le teme y hace justicia.
Fuente:
http://www.allaboutgod.com/spanish/soberania-de-dios.htm