Antes que David dejará este
mundo, dijo a su hijo el Rey Salomón, (a quien el mismo lo había proclamado. 1
Reyes 1:28-53), que se esforzara y cumpliera con los mandatos de Dios, para que
así tenga éxito en todo lo que haga (1
R. 2:2-4), y Salomón cumplió con lo que su padre le dijo, pues amaba a Dios
y cumplía con los mandatos divinos, y Dios lo premio por ello, y se le apareció
en un sueño y le dijo: “Pide lo que
quieras que yo te dé.” (1 R. 3:5); y Salomón pidió un corazón entendido, un
corazón que sepa distinguir entre lo bueno y lo malo, para poder gobernar mejor
su reino; y agrado a Dios la petición de Salomón (1 R. 3:9-10), tanto que lo
hizo el hombre más sabio y entendido de toda la tierra (1 R. 3:12), y no solo
eso también le dio riquezas y gloria, de manera que ninguno de los reyes contemporáneos
a él pudieron igualarlo (1 R. 3:13).
Dios no hace acepción de
personas (R. 2:11), es por eso que así como concedió a Salomón su petición, también
puede conceder los deseos de nuestro corazón, si nos movemos en amor y
obediencia a Él, en los siguientes versos Dios nos habla de esto.
Salmos 37:4 Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las
peticiones de tu corazón.
Salmos 145:19Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.
Juan 15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Así que nuestra felicidad,
nuestro placer, nuestro deleite, que sea Dios, y también permanezcamos en Jesús, en el camino
que nos enseñó, perseverando día a día, busquemos también que su palabra
permanezca en nosotros, por eso leamos la Biblia, estudiémosla, meditémosla, y
de esa forma estará en nosotros, en nuestra mente, en nuestro corazón, y hagamos
de ella nuestra regla de vida, y de esa manera todo lo que pidamos a Dios, por medio
de Jesucristo, será hecho.
Que Dios bendiga tu vida y la de
los tuyos, en nombre de Jesucristo, Amén.
Base Bíblica:
- Libro 1 Reyes
- Romanos 2:11
- Salmos 37:4
- Salmos 145:19
- Juan 15:7