La Carne tiene deseos que van contra La Ley De Dios, vivir sometidos a los
Deseos carnales es vivir contra la voluntad de Dios. Los que viven según los
deseos de la carne piensan en las cosas de la carne y no pueden agradar a Dios,
porque los apetitos carnales son contrarios a los designios de Dios, y los
designios de Dios son contrarios a la carne, pues nuestra naturaleza pecaminosa
no puede sujetarse a La Ley De Dios.
Si somos Cristianos, nuestro Cuerpo pecaminoso junto
con sus malos Deseos, han sido crucificados con Cristo (mediante el bautismo nos unimos a la muerte, resurrección y nueva
vida de Cristo), y como nuestro cuerpo carnal ha muerto, ya no practicamos
el pecado como antes, así que para La Ley es como si hubiéramos muerto, por eso
La Ley De Dios ya no puede condenarnos.
En los versos siguientes de La Biblia veremos algunas
maneras en cómo se manifiesta la naturaleza carnal, y por otro lado observaremos
los frutos que produce el vivir en el Espíritu.
Y manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de
las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Mas el fruto
del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales
cosas no hay ley. (Gálatas 5:19-20)
Ahora que hemos elegido seguir el camino de Jesús,
vivamos según el Espíritu de Dios, vivamos conforme a la nueva forma de vida que
él nos ofrece y así agradar a Dios, andando en su voluntad y no ya viviendo conforme
a los deseos pecaminosos de la carne.
No olvidemos que el ocuparse de la carne es muerte,
por eso vivir conforme a la carne será la perdición de nuestras almas, en cambo
si vivamos según el Espíritu de Dios, no cumpliendo los malos deseos del cuerpo
carnal, nuestra herencia será el Reino de Dios. Que Dios te bendiga.
En nombre de Jesús.
Base Bíblica: